Universidad de Santiago de Chile 01
de Septiembre del 2012
Facultad de Humanidades.
Departamento de Filosofía.
Diego Atenza y Katherine Muñoz.
Resumen de tesis de grado ‘El rol político del cuerpo según la filosofía
y sus implicancias estéticas’
Autores: Katherine Muñoz y Diego Atenza.
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LA TEMATICA A LA QUE POSTULAMOS:
Se refiere a la educación, práctica y uso de la
actividad cultural y artística como un medio para desarrollar y fortalecer
habilidades individuales y de
inclusión social. Esta perspectiva se incluye una amplitud de
experiencias relacionadas con la inclusión y cohesión social, la resiliencia,
participación cívica, entre otras. Asimismo, refiere al análisis y el conocimiento del valor de la experiencia cultural y
artística en sí misma. En este
polo se agrupan las discusiones relacionadas con la filosofía de la
experiencia estética y los proyectos que tienen como objetivo entregar
herramientas a las audiencias para apreciar, acercarse y entender obras,
historia y sus procesos.
Abstract:
Históricamente el cuerpo humano ha sido relegado a
una categoría segundaria e instrumental en términos de participación y
creación político-cultural, pero ya, desde los inicios de la filosofía, la
escuela moral cínica, en la Modernidad la fenomenología de Husserl, Sartre,
M.Ponty, y actualmente, la biopolítica de Foucault , G. Agamben y D. le Breton han
debelado y explicado al mundo el enorme poder de expresión, creación de
significaciones y participación política del cuerpo. Como ejemplo de ello
proponemos las expresiones performáticas organizadas por diversos colectivos
artísticos nacionales, durante el periodo de la dictadura, con el fin recuperar
el poder expresivo del cuerpo en momentos de crisis en la democracia,
logrando momentos de catarsis social; en la política participamos no solo con
ideas, sino que también con cuerpos que podemos usar como materia de creación
artística.
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Resumen.
¿El cuerpo humano puede ser considerado un actor
político activo, una herramienta de participación y creación ciudadana en la esfera socio política, desde
el ámbito de las artes plástico-corporales?
Arte y pensamiento
político han confirmado, cada uno por su parte, la importancia creativa y participativa del cuerpo humano;
sin embargo son escasos los estudios complementarios entre ambos, y menos
aquellos que se refieren a esta temática aplicada en nuestra realidad artística
nacional.
Desde la modernidad,
la filosofía ha venido desarrollando progresivamente un pausado develamiento de
la importancia y facultades creadora de sentido que posee el cuerpo ( Con autores como Husserl, Sartre, M.Ponty,
M.Foucault, G.Agamben, D.Le Bretón), rompiendo así con un ancestral estigma que
pesaba sobre él: la condena a un objeto o mero instrumento, máquina portadora
del alma (Desde Platón, Aristóteles, posteriormente Descartes, hasta la actual
concepción biomédica del cuerpo).
Por su parte, la
escena de las artes nacionales ha atravesado un proceso de evolución y
ampliación respecto a sus soportes; a partir de los años 60´ progresivamente irán
desprendiéndose de lo meramente pictórico y experimentaran nuevos materiales de
creación y de soporte, junto a nuevas
temáticas surgidas a partir de diversos movimientos sociales, políticos y
culturales; el arte en Chile se socializa y
busca nuevos soportes para interactuar con sus nuevos espectadores, bajo la consigna de recuperar el espacio público
como espacio de interacción político social, y todo a través del arte.
Surgen en los años 70’
movimientos artístico- performáticos que comienzan a utilizar el cuerpo como
soporte de creación artística y comunicación de ideas político-sociales, como
herramienta de difusión y bandera de lucha,
ante un contexto que no se muestra favorable, dando lugar así a una posvanguardia
que terminará por instituir la performance como modo válido de expresión artística,
la cual usa de soporte el cuerpo humano, de una
manera existencial, involucrando la fragilidad de la vida y la pulsión de la
muerte, la biografía del artista y lo que se escriba a través de los
movimientos de un cuerpo que se vuelve denuncia. Vida y obra son uno solo en la
performance art y su rol político se activa cuando accionando, se acciona sobre
la vida del propio Yo del artista y se acciona, a la vez, sobre la vida de los
espectadores en el espacio público, por efecto de la empatía corporal que
genera el uso del cuerpo, despertando al cuerpo de los otros, al modo en que
vemos, por ejemplo, a alguien quemarse a lo bonzo y pareciera que
experimentamos su dolor.
Desde la perspectiva
filosófica, desde sus inicios, se tiene algo que decir respecto al cuerpo y su
rol como actor socio-político; la Filosofía actitudinal y vívida de Diogenes de
Sínope ha sido actualmente reconocida como una filosofía performática[1]
(una argumentación que cobra vida a través del cuerpo,
sus gestos y actitudes, al modo de parábolas
o metáforas corporales), además de ser el primer ejemplo del uso de la
corporalidad para recobrar el espacio social por
excelencia (la ciudad), en momentos de crisis, en los inicios de la
democracia occidental.
El objetivo de esta
investigación, está centrado en descubrir y aplicar los argumentos que la
Filosofía y la sociología puedan ofrecer hasta el
momento, al conjunto de prácticas
estético-performáticas que se dieron durante el periodo de la dictadura militar en nuestro país, de
la mano de artistas como Pedro Lemebel, Enrique Lihn, el grupo CADA con los artistas visuales
Juan Castillo y Lotty Rosenfeld, el sociólogo Fernando Balcells, la escritora
Diamela Eltit y el poeta Raúl Zurita, el artista Carlos Lepe y desde el
extranjero Francisco Copello, permitiendo
así que éstas sean consideradas y reconocidas a partir de la razón, como un
modo de participación no solo artística, sino que
también política válida; una
manera en que la voz de la ciudadanía, encarnada en el
cuerpo del artista, se hace escuchar en momentos de cambios, censura y crisis política. Además de la
importancia histórica que revisten el surgimiento de estas expresiones
estéticas en nuestro país, las mismas están
lejos de perder vigencia; en la actualidad podemos constatar el surgimiento de
nuevas formas de protesta ciudadana, cualificadas con una carga artística y
corporal: ya no resultan extrañas las performances masivas en los distintos
espacios públicos[2].
La metodología a
seguir consiste en gran parte de una investigación bibliográfica de autores de
importancia en filosofía, pensamiento político, sociología y estética, cuyas
obras aportan a fundamentar en la teoría y en la práctica esta particular forma
de participación política desde las artes corporales. Además, la investigación
bibliográfica nos permitirá hacer comparaciones, estableciendo tanto
similitudes como diferencias, entre la emergencia en Chile y el mundo de estos
colectivos de arte performático, y lo ocurrido en los primeros años de la civilización
occidental en Grecia, con el surgimiento del primer antecedente filosófico de
argumentación corporal en la historia de occidente (Diógenes
de Sínope ha sido el único en la filosofía occidental en plantear su filosofía
desde un punto de vista performático, tanto, que por mucho tiempo no se le consideró
un verdadero filósofo, sino sólo como un personaje estrafalario)
Otro porcentaje de
la metodología investigativa, consiste en la participación e implementación
práctica de esta forma de argumentación en diversas instancias por parte de uno
de los investigadores; Katherine Muñoz (http://katherinesupnem.tumblr.com/) se constituirá en una
artista de la performance a partir de su participación en una serie de acciones,
tanto propias como colectivas, involucrándose estrechamente
con el medio del arte de acción, para comprender desde adentro el fenómeno del
soporte corporal y la experimentación de la acción política sobre el cuerpo de
los otros y el espacio público.
Al tratarse de una
investigación desde las ciencias sociales, específicamente desde la filosofía
política, fenomenología, estética y sociología, se comienza entregando los
diversos argumentos y concepciones filosóficas respecto al rol y
particularidades del cuerpo humano, estableciendo los vínculos y
complementariedades entre las diversas posiciones. Una vez aclaradas las
concepciones filosóficas de cuerpo, entregamos el vínculo existente entre la
utilización del cuerpo en una performance art y la argumentación
filosófico-política dentro de la primera y única escuela filosófica en la que
se ha cultivado la performance como método de argumentación por excelencia
(filosofía práctica y vívida): citaremos las diversas performances
protagonizadas por miembros de la escuela cínica a modo de ejemplos complementarios a los
argumentos y posiciones estético-filosóficas.
Luego será el turno
de exponer y desarrollar los argumentos de la escuela fenomenológica en torno a
la corporalidad, por tratarse éstos de recursos fundamentales que sirvieron
para que se abrieran en la historia de la filosofía, estética, sociología y
otras ramas del saber las puertas al estudio del cuerpo
humano, su significación y todas sus potencialidades cognoscitivas,
políticas, sociales, más allá de las meramente evidentes. La fenomenología
descubrirá y explicará la potencialmente infinita capacidad de crear
significaciones y estructurar realidades que caracteriza la naturaleza del
cuerpo humano. La razón ya comienza a reconocer y aceptar la importancia del
cuerpo a nivel comunicativo.
A partir de los
estudios de la filosofía política y la biopolítica se incluirá al cuerpo de
cada ciudadano como participe activamente involucrado en la vida política y
social de la ciudad; la esfera política ,o lugar de participación y resolución
de conflictos comunes a un grupo de humanos, no será únicamente el lugar en el que
se participe a nivel de las ideas y las palabras como defendió el pensamiento
clásico, sino que constituirá un verdadero escenario (la ciudad) en el cual se
viven y actúan las propias ideas, donde nuestro cuerpo es el actor principal del intercambio político. La
política ya es consciente del valor expresivo del cuerpo y desarrollará diversas
medidas para hacerlo útil a sus fines.
La secuencia
argumental no quedaría completa sin una aclaración del concepto filosófico de
política; la definición de éste será construida a partir de dos posturas
modernas aparentemente divergentes (Hannah Arendt y Carl Schmitt), en
representación de la dualidad básica que caracteriza al desarrollo natural de
cualquier conflicto socio político a lo largo de la historia de occidente, y
particularmente en chile con la decadencia y quiebre de la democracia en los
años setenta.
Los discursos
teórico-artísticos que defienden, a fines de la modernidad, la inclusión activa
de las potencialidades expresivas y significantes naturales a la corporalidad
humana, provenientes del teatro y demás artes corporales[3],
servirán de base y preámbulo para explicar el surgimiento de movimientos
artísticos centrados exclusivamente en la utilización del cuerpo, su
intervención, construcción y reconstrucción como herramienta expresiva de ideas
políticas, sociales, estéticas, históricas y culturales; Body –art o artes
corporales que llevarán al extremo estas potencialidades expresivas por mucho
tiempo silenciadas (por las manos de instituciones
religiosas, políticas, económicas, etc), y que en el caso nacional
estarán representadas por artistas y colectivos artísticos[4]
que pondrán en la palestras diversas circunstancias y defenderán una serie de
ideas a partir del potencial expresivo del cuerpo utilizado en diversas
performances y puestas en escena de carácter tanto público como privado. Muchos
de los trabajos de estos artistas consistirán en mostrar, a través de sus
propios cuerpos, las difíciles circunstancias socio-políticas por la que
atravesaba nuestro país, mientras que otros tantos buscaran activar la conciencia y
participación político-corporal de los ciudadanos cuyas voces habían sido
silenciadas por el miedo y la represión.
En la investigación
serán citados y analizados los trabajos artístico-corporales más emblemáticos
del periodo citado, así como también las curatorias artísticas hechas en su
contexto por diversos especialistas nacionales , esclareciendo, a partir de los
aportes estético-filosóficos recopilados en los capítulos precedentes, su valor
cultural en tanto participación política en la esfera social.
Nuestra
investigación busca establecer los argumentos racionales que expliquen y
demuestren la posibilidad cierta de una participación política efectiva a
través de las artes corporales y la performance, sobre todo en momentos donde
alzar la voz en la ciudad o espacio público deja
de ser un derecho. Además, desentrañaremos los lazos existentes entre corporalidad
humana, la política y el
arte, rompiendo el mito de una posible exclusión entre ellos y abriendo la posibilidad de que todo arte es político,
entendiendo este concepto como el relacionarse los unos con los otros de los
diversos.
[2] Nótense las protestas artístico performáticas que
los estudiantes y otros han protagonizado en la
actualidad para plantear y defender sus demandas; todas implican la participación
masiva a través del propio cuerpo.
[3] Antonin Artaud, etc.
[4] CADA, LAS YEGUAS DEL
APOCALIPSIS, DIAMELA ELTIT, LOTY ROSENFELD, ETC.
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